jueves, 18 de febrero de 2010

Física

Tuve en mi poder un libro que me dejó de interesar desde que lo saqué de la Biblioteca. De esas veces que uno hojea y luego cierra despiadadamente y sin derecho de réplica. Andaba muy contenta para concentrarme en un libro así o simplemente hacía demasiado calor.
Casi un año después lo he vuelto a sacar del estante en que lo había arrumbado y bueno, realmente me siento culpable por dos cosas: 1. Los de la Biliblioteca ya no me van a querer el día que por fin lo devuelva. 2. Está bien bueno (el libro) Juan Ramón Madariaga lo escribió y es de Bilbao. Nunca antes de la publicación de Física había escrito en español. (Mi sintáxis se daña intermitentemente y me gusta el "peligro" que conlleva) Y bueno, es un poeta que me afecta y me complace.

Mira:


Escamas

Para qué tantas horas de estudio
tanta sabiduría acumulada en la cejas.

Adónde tantas horas luchando con la miopía
tantos días perdido en mares de libros.

Para qué mi saber,
ahora que me están saliendo tantas escamas.


Reconocimientos

Reconoces el frío en las sillas, la tos profunda
de las vigas de tu casa, la amargura de las grietas
en la pared, el martirio de los espejos oscurecidos,
la falta de ética de las persianas al atardecer,
la falsedad espiritual que proviene del televisor.
Siento un drama en las alfombras siempre sumisas,
un picor insaciable en las bombillas, el miedo
sometido en los armarios, la inseguridad de tus puertas,
el mal aliento de los grifos, de su agua,
la invalidez de la luz que se va, y que luego viene
como tú, sin afectarnos ya lo más mínimo.

Y así se sigue a lo largo del libro con esa sensación de querer desterrarse y de saberse herido y sin embargo vivo. (Según yo, claro) No está mal para un hombre el poder permitirse cierta fragilidad de vez en cuando y además hacerlo con buena imaginación. Y no está nada mla tampoco haberme dado ideas y sobre todo el haber cooperado para, como diría Jim Morrison encender mi fuego. Come on baby, light my fire...